AÑO FELIZ

Ya te vas después
de doce meses,
siento que estuviste
solo doce días,
eres violento para pasar,
eres estruendoso para irte.

La gente te quiere carbonizar,
no sé que tan malo fuiste,
mas este momento te quedas
conmigo porque fuiste
un año feliz, de lo contrario
no me hubieses permitido
darte un abrazo
antes de que partieras.

Me dejaste nuevos amigos,
cuando otros se fueron
no porque se hayan ido lejos,
sino porque después 
de que les quité el disfraz
ya no tenían cara para regresar.

Me dejaste en la memoria
a los amigos que nunca
se han ido aunque estén lejos,
me permitiste reencontrarme 
con ellos y tomarme
una copa de vino.

Contigo inicié las consecuencias
de una decisión que tomé
en el año que te antecedió,
dejé el trabajo de dependencia,
dejé la contabilidad
que era un terreno distante
de mis sueños,
dejé de creer en las promesas
y me prometí ser feliz
haciendo lo que me gusta
y en lo que puedo servir.

Tenía en mis planes
llevarte conmigo a la capital
y cuando empezaba a empacar
una llamada inesperada 
desvió nuestra ruta,
era mi principal llamándome
para que en febrero
asumiera mis funciones 
de concejal principal
y en junio también,
pero olvidémonos de junio
porque esa principalización
nunca llegó.

En febrero inició todo,
lo que en un año no se descubrió
ni se podía comprender en el Municipio
en un mes fue posible,
después de un enero
leyendo leyes y democracia.

Luego empezó aquello
que denominé lucha ciudadana,
ya era tiempo de irme
y me quedé a despertar conciencias
para que la gente deje de moverse
como títere y como títeres
los oportunistas creyeron
equivocadamente que podían
moverme hacia sus planes
maquiavélicos, pero les fallaron
las viejas estrategias, porque 
la honestidad que se siembra
desde el hogar, en la calle
no te la pueden comprar
los delincuentes.

La gente aprende
aunque los mismos de siempre
digan que la gente no lee,
la gente lee
de lo contrario no opinara,
la gente tiene derecho
a desaprender
esos viejos gobiernos
a los que les acostumbraron.
La gente no es solo 
votos en las urnas,
la gente es esperanza
cuando es educada.

Fueron meses intensos
cerca de la familia
y lejos de ella
por estar ocupada del pueblo
y es que el pueblo es la familia.

Las mentiras cayeron
con la verdad y la verdad
es que hay quienes
solo piensan en ellos,
en el reconocimiento,
en algún puesto.

Llegué a casa después
de tanto tiempo,
mi mamá estaba
ahogándose de calor
y mi hermano había
tomado la decisión
de trasladarse con su propia
familia a Cuenca,
propuso llevar a mamá
y que le acompañara en el trayecto.

Era una oportunidad
para retomar mis estudios
en la misma ciudad
que un día los dejé
y para que mamá
fortaleciera su recuperación.

Así llegué a la "Atenas"
sin un centavo ajeno
y con los únicos centavos
que me quedaron de mi propio dinero.

Fueron saliendo los cachuelos
gracias a las recomendaciones
y a una publicación que hice
en el Facebook y me dediqué
a vivir como me gusta,
escribiendo frases y poemas,
contando la experiencia,
registrando las ideas,
poniendo en mis hombros
un par de bolsos
para salir a descubrir
mi entorno y cuando
estoy alrededor de él soy feliz.

No necesito nada más
que sonreír y sacar
una sonrisa a los demás,
por eso fuiste un año feliz,
porque me diste pruebas
de adversidad para encontrar
mi felicidad.

No hay feliz año,
si después de tanta ingratitud
me vuelvo ingrata contigo,
tú fuiste importante
para llegar al 2016,
por eso déjame darte un abrazo
antes de verte partir.


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