EL HUMO DE SU CIGARRILLO



Le apetecía trotar
y a él fumar
su apetito.

Trotaba,
él corría
el humo
de su cigarrillo.

Sudaba,
él permanecía
holgado
en la banca
mirándola andar.

Llevaba el control
del tiempo,
él botaba 
al aire fresco
el humo
de sus cigarros.
Ejercitaba
más de una hora,
el mismo tiempo
en que él
la vio ejercitar
inhalando nicotina.

Son dos decisiones
distintas,
él se queda
enfermando
a su cuerpo,
ella se va
a darle vida.

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