SOÑAR CON FE
Y si hubiese persignado aquel sueño, y es que hay sueños que salen de la cuna aun cuando a los dieciocho gatean y se paran agarrándose del velador. Y si aquel sueño que hoy persignase en el meollo de mi dormir despertante no se hubiese entregado tan apasionante al abrir de los ojos de un ángel, ese ángel que sin el desvelar de este sueño caminaría en las sucursales de mis lágrimas hasta descubrir lo cobarde que puedo ser si le pierdo. Como tomar una tijera y dividir una lámina de papel se dividió la mariposa de mi sueño, ¿alguien quizás encontrará el flanco de este destino nunca imaginado que va creciendo y se ve más pequeño?, es probable que no. Son las horas de la noche las que me tatúan nuevamente el dolor en las venas hasta graparlas para salvar no un destino cualquiera. Resignada acepté que hay sueños que se ofrendan, no podía hospitalizar eternamente ...