EL HUMO DE SU CIGARRILLO
Le apetecía trotar y a él fumar su apetito. Trotaba, él corría el humo de su cigarrillo. Sudaba, él permanecía holgado en la banca mirándola andar. Llevaba el control del tiempo, él botaba al aire fresco el humo de sus cigarros. Ejercitaba más de una hora, el mismo tiempo en que él la vio ejercitar inhalando nicotina. Son dos decisiones distintas, él se queda enfermando a su cuerpo, ella se va a darle vida.