SOLEDAD II
Hablas de la soledad como el precio de tú libertad, de esa libertad que ahora gozas en exceso, aguantando por dentro eso que con el paso de los años vas sintiendo. Te sientes libre y te sientes solo, solo con la melancolía, solo con la idea de que estás avanzando en tus años con una soledad mísera. Nunca quisimos dejarte libre para que te quedaras solo, porque tú libertad no lleva grabado el precio de la soledad. Cuando vuestros años empiecen a avanzar como los tuyos nos mantendremos juntos en la distancia sin sentirnos solos y estrecharemos vuestras almas.