LUNES DE MERCADO
Qué simpático es llegar a decir que uno de los días de la semana sin tanto lío es el lunes de mercado. Me da hasta risa decirlo ni yo misma lo creo, si antes de los dieciocho era un dolor de cabeza percibir la zona de mariscos, las carnes y los mondongos. Comprobé que si quieres estrenarte en la edad adulta deberás ir solo al mercado, de lo contrario no existirá un hecho que demuestre que ya eres libre para elegir cómo mantener sano a tú cuerpo. Qué sencillo me resulta ir de compras con mi bolsa sin ninguna nota, y es que la fiesta de colores orgánicos que celebran mis ojos me hace recordar mucho más de lo que tengo pensado comprar. Me divierto con el llamado de las caseritas, con el baile que te das en cada pasillo saludando con las ‘matroncitas’ y los ‘patroncitos’. La mezcla de los olores, la batalla de los precios, el tino para escoger bien el producto, el ojo para el peso, ¡cuánto vas aprendi...