UN VIAJE AL AMOR
Un viaje al despertar, incómodo en las horas que tardaban en pasar. Una llegada al cansar, la soledad esperando el abrazo y una mejilla entibiada, lista para sonrojar después de estar en contacto con el beso que le tenían guardado. Ella, blanca como la espuma del mar, estaba ahora en el regazo de su amado, regocijada de las sutiles caricias que él le brindaba, escuchando a la vez las emociones que ambos corazones compartían. El sol no quería frustrar el tiempo y sus destellos de a poco se extendían. Ellos sentados en la arena contemplaban el oleaje, rozaban el horizonte y el paisaje que se despejaba les invitaba a respirar su romance. Él, blanco como las espumas del cielo, dejó que la mirada de su amada resplandeciera en el rocío del océano. Los sorprendió la noche y las estrellas los encandilaban. Sus dedos estaban entrelazados, sus labios no parecían estar cubiertos de membrana sino de alma y como el alma...