EL SUSPIRO DE MI PATRIA
- Preparé café mi señor, ¿desea que le sirva la mitad de lo que contiene esta taza? Su bostezo me dice que no. Después llega otro bostezo. No seguiré insistiendo, ya entendí que el café no se puede compartir. - Tengo una galleta mi señor, ¿desea tal vez?; empieza a estornudar. Entiendo que sí, pero me gruñe porque la dividí en dos y es que yo también quiero un pedazo de galleta. - Está bien señor, mejor me sentaré y escucharé su discurso. Adelante. Habla el Señor: -¡Vaya, hasta que puedo empezar! Bien... te diré que debes incrementar las ganancias, recuerda que… ganamos nosotros, ganan ustedes. Además debes buscar un traje más acorde a tú cargo. Debes exigir que te llamen Señorita. Debes mandar a la mierda a los que no te obedecen, no nos interesa su voluntad, la mía es la que pesa sobre esas mierdas, tú y yo estamos sobre ellos. Los honestos no sirven, ¿qué fuera de este país si la corrupción...