POESÍA POSEÍDA
Una poesía que ya poseía, una mañana con la maña de no hacer nada normal y todo lo que esté fuera de las normas. Un domingo hurgándome el ombligo, probando mi táctica sintáctica y sin táctica no quiero hacer nada. Mi vida que tiene cientos de idas convive entre papeles dándose vueltas en volteretas que se forman entre troqueles. Hoy me fugué para escribir entre el ir y venir de palabras que se abran como el abracadabra a la rima y el ritmo que van recibiendo mis mimos hasta sentir cosquillas como las que siente mi ombligo. Sin razón y sin sazón las cosas en este mundo permanecen mudas y no se mudan, mientras nadie las mueva. Una poesía poseída por la fragancia de la tierra húmeda, justo ayer y hoy al amanecer.