VALENTINA
Es tan fácil ser ella, es solo una muñeca que no tiene quejas de la vida, que la vida no se queja de ella. No está programada para no ser nadie que no sea ella. Nadie intenta ser como ella, demasiada adrenalina en su batería. Se despierta sonriendo, sonríe descansando; no conoce de riesgos, los riesgos la reconocieron. Tiene clavijas de esperanza que abren nidos para albergar a los que gustan escucharla, platicar con sus consejos. La rutina no es su mañana, mañana no sabe donde estará dando vueltas por la vida, renunciando a morir como muñequilla. Se prende por no dejar este mundo carcomido de resentimientos, dopado de conflictos. Tiene el rostro representado por su alma y la veo tan feliz andando por caminos espinados, ofreciendo flores a los caminantes. Veo el destello de sus ojos en las estrellas de la noche, esa noche en la que se desprendió los canutillos que zurcían sus retazos. Esa noche...