LAS CAUSAS DE DIOS, LOS EFECTOS DEL MUNDO

Buscando razones para las causas,

buscando causas para los efectos,

olvidé que soy causa y efecto

y las razones sólo teorías.

Sintiendo que la realidad

puede ser fantasía me atrevo a volar

porque la verdad también es mentira.

Si soy espíritu y materia

tengo el sueño de que algún día

esté soñando en realidad.

Si la vida  es necesaria

y lo importante para otros

es despojarla,

entonces lo importante

no es necesario,

siendo así por qué se dejó

que la importancia

de vivir con dignidad

esté a merced de la vanidad.

No equivocarse es ser imperfecto,

la perfección es enmendadura

si como humanos somos eso.

El perdón existe

y las cicatrices lo comprueban.

La medicina surgió antes que el enfermo,

en algo había que ocupar el tiempo.

Los negros hicieron nacer a los blancos,

racismo a medias engendraron

y en el revés  de la historia

los blancos no se quemaron

 fue que los negros se descolorieron.

¿Cómo no creer en la materia

si estoy hecha de ella?

¿Cómo no tener fe

si ella es la existencia?

¿Quién les dijo que la fe

es cuestión de religión? o

¿quién afirma que en la

religión está Dios?

Tantos idiomas provocando guerras,

demasiadas luces para no vernos,

derroche de templos dorados

donde Dios no puede escucharnos

y afuera de ellos alguien mendigando.

Hasta la Virgen y el Cristo tienen vestido

fino sin siquiera sentir frío,

mientras muchas pieles ni en los pedazos

de sus pellejos ajustados a sus huesos

cubren la frialdad de sus cuerpos.

Sepan ustedes entonces

que lo importante no es necesario,

pero lo necesario si es importante.

La fe no necesita de iglesias

ni bancas para arrodillarse,

no necesita trozos de cemento

ni santos esculpidos ni imágenes.

La fe necesita corazones entendidos,

pensamientos alejados de la vanidad,

seres que prediquen lo que dicen

y que sirvan sin servirse.

La fe es capaz de hacer de su cuerpo

una iglesia de carne y hueso.

Más allá de los otros nombres de Dios

todos necesitamos de una fuerza espiritual.

Se escribe después de morir,

se vive antes de vivir,

y hoy acabo de descubrir

que la fe no es importante, es necesaria

y eso es más fuerte.