No estaba en su habitación, estaba abriendo el refrigerador tomando lo primero que veía, viendo todo de forma aturdida. Mordía un pedazo de mortadela, a ella no le gustaban los embutidos. En sus pasos estaba sin ser, al llegar a su cuarto pensaba para ser. Quería olvidar que existía, quería pensar sin ser ella, ella estaba envuelta en papeles, los papeles eran la sábana de su colchón. Ayer pasó toda la noche despierta, sus emociones de grises, su bata mojada de lágrimas y el insomnio ingerido de su café. Se guardó en su misterio, se confesaba cuando escribía, cargaba con un vacío, se miraba como a una intrusa. Salía de casa con excusas, más de una noche que no soñaba, las almohadas estaban frías, las clases no compensaban sus sacrificios. Ayer tomó pastillas para estar despierta, para no morir de sueño en el trabajo, para amanecer desvelada estudiando, para no ser interrumpida por el cansancio. Esta noche ...
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