NO ME QUEDÉ ESTA NOCHE...
No me quedé esta noche
para discutir tú ira,
me quedé para pedirte
que sueltes todo el fuego
que te enciende por dentro.
Te encuentro aquí con las cuerdas
de la guitarra en tú boca,
guardas más de lo que creo
que si no lo gritas lo arrancas
y lo descompones en el suelo.
Otra vez te quejas del día
ya no sé cómo explicarte
que hay quienes ni el sol conocen.
No me quedé esta noche
para que me digas
que te dejara en paz
si sé que tú paz
se golpea todos los días
en cada esquina.
Te encuentro aquí sin nada que hacer,
desprendiéndole los pétalos a las flores,
zapateando la alfombra,
harto de no encontrar en tus bolsillos
ni un centavo ni teléfono
ni pañuelo para secarte el sudor,
nada más que tus dedos
husmeando en ellos.
Otra vez reprochándole a la vida
tus carencias, cómo explicarte
que hay quiénes tienen
toda su vida que reprocharle a la muerte
los seres que les arrebató.
No me quedé esta noche
para darte soluciones hermano
si las respuestas a tus problemas
son duendes morando tú alma.
Te encuentro aquí dejando
escapar toda tú calma,
diciendo a regañadientes
estaré bien mañana
cuando no salga el sol.
Otra vez empezamos
como terminamos,
te voy perdiendo el rastro
y solo me queda decirte
que el trancazo de tus palabras
no resuenan en mi amor.
No me quedé esta noche
para decirte que te vayas,
me quedé para que supieras
que me tienes aquí
para acelerar tú coraje,
para apretar fuerte tú mano
como si fuéramos esos niños
que van a cruzar la calle
o que se sujetan
de esa forma para no perderse.
Te encuentro aquí hermano
de espaldas a tú felicidad,
ya no hay travesuras para entretenerse
aun así quiero decirte
que es tiempo de volver a jugar
para armar ese rompecabezas
que no logras encajar.
Otra vez encuentro tus negativas,
tú genio explosivo me tiene distante,
aun así estoy aquí con las neuronas
alteradas de tus largas noches.
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