EL NEGRO
Te arrancaron del seno de tú madre para botarte en un terreno baldío. Tus ojitos aún permanecían engomados de lagañas, tus patitas temblorosas apenas lograban dar un pasito para buscar a alguien que te amamantara. Maullaste con insistencia para que te rescataran del hambre, de la inclemencia del tiempo y tuviste respuesta, mis hermanos y yo te adoptamos, te dimos leche, te limpiamos y te dimos un nombre en honor a tú color, por eso ahora eres El Negro, nuestro negro juguetón de ojos azulados. Te integramos a nuestra familia porque eres un ser de la naturaleza que merece que su vida se respete y a falta del calor de tú madre felina, están estos seres humanos que te cuidarán con amor hasta que puedas defenderte.