EL NEGRO
Te arrancaron del seno de tú madre
para botarte en un terreno baldío.
Tus ojitos aún permanecían engomados
de lagañas, tus patitas temblorosas
apenas lograban dar un pasito
para buscar a alguien que te amamantara.
Maullaste con insistencia
para que te rescataran del hambre,
de la inclemencia del tiempo
y tuviste respuesta, mis hermanos y yo
te adoptamos, te dimos leche, te limpiamos
y te dimos un nombre en honor a tú color,
por eso ahora eres El Negro,
nuestro negro juguetón de ojos azulados.
Te integramos a nuestra familia
porque eres un ser de la naturaleza
que merece que su vida se respete
y a falta del calor de tú madre felina,
están estos seres humanos que te cuidarán
con amor hasta que puedas defenderte.
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