LA PREOCUPACIÓN DE LA CASA
Son las amas de casa
las que permanecen inquietas
por el orden y la limpieza;
cuando enferman
no hay quien las reemplaze,
solo ellas saben quitar
bien el polvo debajo
de las camas, de los muebles
y de las mesas, solo ellas
le sacan brillo a la cocina
y solo ellas mantienen
la higiene del baño,
por eso son las últimas
en descansar y las primeras
en levantarse sin reprochar.
El desayuno temprano,
lo niños de uno en uno
ir despertando, los uniformes
planchados, revisión de mochilas
para que nadie olvide nada,
rumbo a las escuelas y guarderías,
a muchas de ellas les espera
el trabajo fuera de casa
y al regresar a casa
tienen más trabajo.
Toda la mañana pensando
en qué hacer a la hora
del almuerzo, que a Mateo
no le gusta la sopa la de fideo,
que Ana Luisa detesta la papa
y que al esposo no le agradan
las verduras. Es una tortura
pensar en el menú de cada día.
Por la tarde a inspeccionar
los libros y cuadernos
de los "guaguas",
ayudarles en las tareas,
llevarles al parque,
asistir a las reuniones
de "padres de familia"
donde los representantes
siempre son las madres,
aún así en las instituciones
educativas sigue siendo
el "comité de padres de familia".
Y si en casa a los niños
y al papá se les ocurre
tener mascotas, son ellas
las que tienen que cuidarlas.
Las amas de casa
no tienen horario
ni de entrada ni de salida,
no conocen la desocupación,
no tienen tiempo para la televisión.
Las amas de casa
hacen de un día
una semana de trabajo,
están en todos los lados
de la casa, están al pendiente
de sus hijos y del esposo,
casi nunca ellas se prestan
un minuto de atención.
Amas de casa sin remuneración
que hacen siempre su trabajo
con demasiado esmero y amor.
las que permanecen inquietas
por el orden y la limpieza;
cuando enferman
no hay quien las reemplaze,
solo ellas saben quitar
bien el polvo debajo
de las camas, de los muebles
y de las mesas, solo ellas
le sacan brillo a la cocina
y solo ellas mantienen
la higiene del baño,
por eso son las últimas
en descansar y las primeras
en levantarse sin reprochar.
El desayuno temprano,
lo niños de uno en uno
ir despertando, los uniformes
planchados, revisión de mochilas
para que nadie olvide nada,
rumbo a las escuelas y guarderías,
a muchas de ellas les espera
el trabajo fuera de casa
y al regresar a casa
tienen más trabajo.
Toda la mañana pensando
en qué hacer a la hora
del almuerzo, que a Mateo
no le gusta la sopa la de fideo,
que Ana Luisa detesta la papa
y que al esposo no le agradan
las verduras. Es una tortura
pensar en el menú de cada día.
Por la tarde a inspeccionar
los libros y cuadernos
de los "guaguas",
ayudarles en las tareas,
llevarles al parque,
asistir a las reuniones
de "padres de familia"
donde los representantes
siempre son las madres,
aún así en las instituciones
educativas sigue siendo
el "comité de padres de familia".
Y si en casa a los niños
y al papá se les ocurre
tener mascotas, son ellas
las que tienen que cuidarlas.
Las amas de casa
no tienen horario
ni de entrada ni de salida,
no conocen la desocupación,
no tienen tiempo para la televisión.
Las amas de casa
hacen de un día
una semana de trabajo,
están en todos los lados
de la casa, están al pendiente
de sus hijos y del esposo,
casi nunca ellas se prestan
un minuto de atención.
Amas de casa sin remuneración
que hacen siempre su trabajo
con demasiado esmero y amor.
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